martes, 23 de mayo de 2017

EL OTRO ESCAPARATE





 

                Este domingo participé en una carrera popular de 5 km.  Se trataba de una carrera  “no competitiva”; es decir, que aunque llegaras la primera o el primero,  no te llevabas ningún premio ni reconocimiento expreso.

                A pesar de ese carácter, allí estábamos un grupo de  pirad@s, intentando acabar con la mayor dignidad posible.  Y cuando vas asfixiada camino de la meta y ves que hay varias personas que hacen trampa descaradamente, …..  que intentan recortar la distancia que les queda para ahorrarse unos 300, 500 metros, ….  la verdad es que te entran ganas de pararte a decirles algo.

 

                Pero, por otro lado, la deformación profesional te hace centrarte en otra reflexión:  esta pandilla de trampos@s  ¿no piensan que les vemos, que les podemos identificar con nombre y apellido?;   ¿no se dan cuenta de la imagen que me están vendiendo?.

 

                Es como si, de pronto, nos olvidásemos de nuestra vida 1.0, de nuestro perfil no virtual; como si creyésemos que sólo dejáramos huella en las redes sociales; en resumen, parece que consideremos que en el ámbito no virtual –al tener un público más reducido-   nuestros actos no fueran relevante. 

 

                Grave error:  todo cuenta.  TO-DO.  Y, además, cuenta todo lo que hagamos en cada uno de los escaparates en los que  –de una u otra forma, con mayor o menor nivel de conciencia- nos expongamos. EN TO-DOS. 

                Como muestra un botón:  acuérdate que llevas colgado un dorsal con un número (y, a veces, número y nombre) que te identificará en la clasificación, y que quizás haya fotos que te hayan pillado en plena   acción.
Foto: Pixabay
 
 

Quizás pienses que soy muy exagerada y que este tipo de  “hazañas”  son meras tonterías, bromas entre amig@s, con la única intención de echarse unas risas….. Vale, es cierto: nadie se quedó sin premio o sin comer por culpa de es@s   “listill@s”.  

 Pero….  ¿y si yo mañana tuviera que valorar el curriculum de  un@ de est@s  espabila@s?.  ¿Os imagináis que se calificara como una persona honrada, empática, amiga de sus amigos, que sus valores pasan por el respeto a las normas….?.  ¿Depositaríais en ell@s una confianza absoluta?.  Seguro que has oído decir una frase que a mí me encanta:   "en los detalles se conoce a las personas". O dicho de otro modo:  todo es marca, todo deja huella.   Pues eso es lo que te quiero decir.

 
Foto:  Pixabay

Así que, a modo de resumen, te propongo que recuerdes estas sencillas reglas para manejarte en tu vida diaria:

1.- Todos tus actos tienen consecuencia, de  mayor o menor  gravedad, con más o menos trascendencia, en uno o en varios ámbitos,…

2.- Estamos en un escaparate permanente,  y no sólo desde que encendemos el ordenador:  cualquier contacto que tengas con otra persona está hablando de ti.

3.- El tamaño del escaparate no afecta a las consecuencias, porque nunca se sabe ni quién te estará  “viendo”,   ni que está buscando cuando te ve,  ni qué consecuencias sacará.

4.- No se trata de vivir encorsetad@s,  simplemente se trata de asumir y valorar que rara vez estarás en una esfera absolutamente privada.  Y cuando lo estés,  ¡¡DISFRÚTALA¡¡